El genio
Hablar de tango, es hablar necesariamente de Astor Piazzola. Él redefinió el tango. Casi por obligación, tuvo que pasar a inventar una nueva definición para la música del tango, frente a quiénes querían etiquetar al género de por vida.
Estudió armonía y música clásica y contemporánea con la compositora y directora de orquesta Nadia Boulanger (1887-1979). Participó y realizó arreglos orquestales para el bandoneonista, compositor y director Aníbal Troilo. Empezó a innovar en el ritmo, timbre y armonía del tango tradicional hasta ese momento. En los años 50 y 60, el sector del tango más ortodoxo en cuanto a ritmo, melodía y orquestación (los llamados tangueros de la «guardia vieja»), empezaron a considerarlo «el asesino del tango». Declaraban incluso que sus composiciones no eran tango. Y esas críticas dieron lugar a la nueva definición de tango declarada por Astor Piazzola:
«Es música contemporánea de Buenos Aires».
Las discográficas ni siquiera se atrevían a editar su música. Y las emisoras de radio y los críticos y comentaristas le atacaban constantemente.
“Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos”.
Con una obra compuesta por más de 1000 temas, y una trayectoria que abarca casi desde 1939 hasta 1990 inventando, componiendo o interpretando, sin ninguna duda, Astor Pantaleón Piazzola es alguien memorable para el tango. Tanto, que el tango le debe nuevas dimensiones a él.
Les dejo una hermosísima versión de Oblivion, que incluye una recreación de la danza animada por Ryan Woodward.